
El paisaje que caracteriza a Alboraya es la huerta, presente a lo largo de todo su término municipal. Sus fértiles tierras, su clima y su sistema de riego, sumados al esfuerzo de los agricultores han permitido su explotación de manera continua, obsequiándonos con la posibilidad de disfrutar, a lo largo de todo el año, de un bello y cambiante paisaje. El agricultor pone buen empeño en el cuidado de sus campos, que forman en conjunto un gran manto multicolor.
En la huerta, además del sentido de la vista, también entra en juego el del olfato que sorprende sin previo aviso, con olores intensos e inesperados.
L´horta d´Alboraia está conformada por una llanura de tipo deltaico - albufereño, construida en este sector por los aportes sedimentarios del río Turia y del barranc de Carraixet. Pero ha sido el trabajo del ser humano a lo largo de la historia lo que ha transformado este llano en uno de los espacios valencianos más productivos, paisajísticos y simbólicos. La dinámica agrícola de la huerta ha sido cambiante en el tiempo. Progresivamente se ocupó el llano, se crearon los primeros drenajes, se abrieron las primeras acequias, se estructuró el parcelario, caminos y asentamientos y se ensayaron diferentes cultivos. Uno de ellos, introducido en la Edad Media por los musulmanes, es la chufa, que da personalidad al paisaje de l´Horta Nord y que sirve de materia prima para la elaboración de la horchata. El cultivo de chufa se alterna con otros cultivos hortícolas como patata temprana, alcachofa, col, cebolla "Babosa", nabo, chirivía, carlota o lechuga, aunque es frecuente observar repeticiones del cultivo.
En verano, se puede contemplar los campos de chufas tapizando de un verde intenso la huerta en su momento de máximo esplendor. Las largas hojas de la planta, evocan un mar verde-hierba al ser acariciadas por el viento. Las chufas son unos pequeños engrosamientos que se forman en el extremo de las raíces de la planta y de ellas, se extrae un delicioso jugo conocido como “horchata”.
Suelos arenosos, abundante agua y un clima suave, hacen de Alboraya un lugar idóneo para el cultivo de este tubérculo. La Denominación de Origen Chufa de Valencia fue reconocida en 1999 por la Unión Europea.
Unos de los elementos estructurantes del paisaje de l´Horta son los sistemas hidráulicos. La Séquia de Rascanya es la que aporta agua a los cultivos del término de Alboraia.
En la actualidad, la Séquia de Rascanya toma su caudal de l'Assut del Repartiment, más conocido como "La Cassola", per históricamente este sistema de riego captaba las aguas en un azud propio aguas abajo, destruido tras la riada de 1957. A la altura del Molí de Canyars, en el término de Tavernes Blanques, el caudal de la Séquia de Rascanya se reparte entre en dos canales.
Desde este partidor, denominado "Llengües de Riquera o d'Alboraia-Almàssera" parte el Braç d'Alboraia, que nace en el canal derecho para tomar dirección Sureste cruzando el casco urbano de Tavernes Blanques, para salir a la luz fluyendo paralelo al Barranc del Carraixet en término de Alboraia, irrigando la partida de Els Desamparats, hasta finalizar en las lenguas de Miracle-Gaiato.
De este último elemento hidráulico, el canal de la izquierda da lugar al "Braç del Gaiato" que continúa hacia el Norte del término y atraviesa el Barranc del Carraixet mediante un sifón, irrigando cultivos de Almàssera y la zona septentrional de Alboraia.
El Braç del Miracle y sus derivaciones, riegan la superficie acotada al Norte por el Barranc del Carraixet y al Sur por la Séquia de la Mar, hasta la playa de Alboraia.
Además de estructurar el paisaje agrícola de l´Horta d´Alboraia, la acequia de Rascanya alberga, distribuidos sobre su cajero o los de sus brazos, distintos elementos del patrimonio hidráulico como son los partidores o llengües, o los cuatro molinos harineros.


La figura SIPAM fue creada por la la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 2002 para promover y garantizar el futuro de sistemas agrícolas tradicionales que han modelado paisajes estéticamente impresionantes y que combina la biodiversidad agrícola con ecosistemas resilientes y un valioso patrimonio cultural. En noviembre de 2019, la FAO declaró el “Regadío Histórico de l’Horta de València” Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM). De este modo, este se convierte en el cuarto reconocimiento como SIPAM obtenido por España, pionera en Europa en este reconocimiento.
La huerta reúne todos los requisitos que exige un SIPAM, puesto que cuenta con el valor añadido de establecer un vínculo entre el ámbito rural y el urbano, así como con un sistema productivo en el cual se integran las culturas agrícola e hidráulica, labradas durante siglos, desde el inicio de la dominación árabe en la zona, que han ido conformando un paisaje único.
La red de riego se extiende por el área agrícola periurbana de la ciudad de Valéncia y de municipios del norte (como es el caso de Alboraya), oeste y sur de la región metropolitana. Su particular paisaje, integrado por campos de cultivo, canales de agua, caminos rurales y edificios tradicionales (barracas y alquerías) ha sido conformado por un sistema de irrigación compuesto por la Acequia Real de Moncada, el Canal del Turia y todos los canales hidráulicos o acequias gestionados por el Tribunal de los Aigües, todos ellos diseñados para un método de riego por gravedad. El agua se distribuye entre los agricultores de acuerdo con un orden contiguo de riego desde la parte superior del sistema de riego hasta la parte inferior.


El Barranco de Carraixet es la excusa perfecta para realizar una ruta en familia y observar el paisaje hortícola de nuestra tierra.
El barranco de Carraixet es un curso de agua que transcurre por muchas localidades de la comarca de l’Horta Nord hasta desembocar en Alboraya. Si te preguntas ¿dónde nace el barranco de Carraixet?, la respuesta es la Sierra Calderona. Desde el término de Gátova el río recorre 42 kilómetros hasta su fin, pasando por municipios como Olocau, Náquera, Bétera y Moncada entre muchos otros. No siempre va lleno de agua; de hecho en algunos tramos está seco y el caudal también depende de las lluvias.
Si te gusta el turismo natural y quieres disfrutar de una buena ruta, el barranco de Carraixet es para ti. En Alboraya puedes realizar una ruta por el último tramo del barranco; se inicia en el puente que cruza el mismo y sigue por el margen derecho hasta la desembocadura.
En la ruta te toparás con el ecosistema del barranco de Carraixet, ¡lleno de vida! Hay aves acuáticas que pasan aquí todo el año, usando el Carraixet como zona de cría y de descanso cuando migran. La flora es diversa con carrizos, eneas, lentejas de agua y plantas de agua que sirven de alimento a los animales.
A mitad de camino disfrutarás de una construcción emblemática de nuestra tierra, una auténtica barraca. La Barraca del Coix de Navarro es un ejemplo de cómo vivían antes los agricultores que labraban la huerta y se dedicaban a ella en cuerpo y alma. Cal Calderer y la Barraca del Roto forman parte de la ruta: tres edificios que nos hablan de nuestra historia y que vale la pena conservar.
Al final de la ruta podrás ver cómo se pesca en el barranco de Carraixet. La desembocadura del río divide las playas de Alboraya: a una parte Port Saplaya y a la otra Patacona. Y justo en ese lugar muchos pescadores van con su caña a probar suerte, ¡hazlo tú también! Lleva a toda la familia a pasear por Carraixet y conocer el patrimonio natural de la comarca de l’Horta Nord.
El acompañamiento del agua, la rica flora y la fauna son un regalo para el caminante, algunas aves acuáticas viven aquí durante todo el año y a las más viajeras las podrás avistar en su migración. Te sorprenderá la variedad de plantas acuáticas y las anfibias. Finalmente llegará el milagro... la ermita de Els Peixets construida en 1907 para conmemorar el milagro eucarístico que ocurrió en este característico lugar.

